jueves, 11 de noviembre de 2010

To die or not to die



¡Hola queridísimos amigos!

Ya veis que sigo viva, o eso creo, porque puede que esté siendo pasto de un ataque de solipsismo agudo, así que vosotros podríais pasar a ser una recreación de mi mente y el ordenador en el que tecleo la misma pura necesidad de no aburrirme en mi mismidad.
Todo esto me ocurre después de tener un encuentro cercano con la muerte, o mejor dicho un conocido de un conocido ha muerto, ha entrado en mis conversaciones y mi cabeza, gracias a este hecho me ha dado por pensar en el más acá y cómo sacarle el máximo provecho. No es que no se lo saque pero a veces me parece que vivo la vida de otros, igual la metempsicosis es la culpable y me encuentro invadida esporádicamente de esas esencias que en un día lejano pertenecieron a otros. Diluyéndose esta sensación en unos segundos, pero por supuesto que las vivencias bajo sus efectos pasan a formar parte del fantasma de mi memoria.
Ya se me pasará, o bien empezaré a aceptarlo con la alegría vivaracha que me caracteriza. Y es que con el otoño me da por pensar, debe ser que me estoy haciendo un poco más mayor.

Para hablar de mis actividades contaros que estoy preparándome para ir a Bruselas una temporadita, allí me espera el invierno y la Grand Place, recuperar mi maltrecho francés y, si mi mente lo permite, aprender a decir buenos días en neerlandés. Volveré de cuando en cuando como es mi norma. Desde aquí agradezco a los bancos, Hacienda, la burocracía y los abogados que tengan el detalle de hacerme volver por cosas absurdas cuando mejor me encuentro en el quinto pino, o puñeta. ¿Qué sería de mí sin éllos?

Finalizando, chiquitines y chiquitinas, espero seguir con este blog en las Países Bajos y contaros algo de mis andanzas por estos mundo de Yupi, hablaremos de bombones, galletas y cómo perder kilos.

Un saludo afectuoso de vuestra Fiz.

lunes, 5 de abril de 2010

Easter





Buenos días queridos míos!

Estoy de resaca, metafóricamente hablando, semanasantera, porque vivirla en un pueblo turístico con calles diseñadas por los árabes es un caos. Después de dejarme las suelas buscando rutas alternativas para llegar a mi trabajo, oir rechinar los coches por la cera que los cirios de los penitentes dejan en el asfalto, esquivar a la muchedumbre comedora de bacalao frito o en su defecto lomo al ajillo (aunque no sea muy católico en esta época del calendario), soportar los pitos, flautas y tambores ininterrumpidos, las mantillas, los políticos detrás del trono, la legión con su cabra, los cortes del suministro eléctrico mientras pasan las siete procesiones nocturnas, con mis correspondientes tropezones en los adminículos que separan la calzada de la acera, ya difíciles de ver a la luz de las farolas pero totalmente invisible si cuentas tan sólo con la luna llena que rige esta semana, las saetas cantadas por esos aficionados, con más fé, presupongo, que arte y el no poder ir a mis sitios favoritos a comer algo porque no se puede entrar. Todo esto y mucho más es la Semana Santa andaluza, amén de los tan publicitados fervores y pasiones.

A mis ojos es una fiesta de las más paganas del catolicismo, la muerte de Jesús simbolizando el final de la oscuridad y de la tierra yerma invernal, y su resurrección la llegada del florecimiento, es la fiesta del equinoccio de primavera. Comparte fechas (aproximadamente) con el Pesaj judío, más conocido en España como Pascua judía, de hecho Jesús entró en Jerusalén para celebrarla con sus discípulos, aunque aquí acaban los parecidos ya que los judíos celebran su salida de Egipto. Por supuesto que la mayoría de los pobladores de Europa, y del resto de países del Mediterráneo, también celebraban festivales en estos días. De ahí el sincretismo de la Semana Santa, procesiones, tristeza por la muerte del rey viejo y alegría por la llegada del rey nuevo, becerros de oro y diosas madres a la luz de la luna llena.

Después de toda esta perorata quería decir que el tiempo se ha calmado por estos lares, asi que aprovecharé la desbandada y la vuelta a la normalidad del pueblo para dar unos paseos descalza por la orilla de la playa, compraré unos cuantos ramos de flores para mi casa y retomaré mis actividades pictóricas, de esta manerá celebraré mi particular entrada de la primavera, y ya sabeis que Marzo ventoso y Abril lluvioso, hacen a Mayo florido y hermoso.

Hasta pronto!

martes, 16 de marzo de 2010

Do you remember?




¡Buenas noches queridos y queridas!

Cuánto tiempo sin aparecer por éste mi blog.
He de deciros que desde noviembre me encuentro en España, en mi pueblo. Pasando un frío que nunca he tenido en ninguno de mis puntos norteños de residencia, luchando contra el viento, las inundaciones (debidas la mayoría al mal estado del alcantarillado), las marejadas y las marejadillas. Ahora estoy en un punto de esperanza, hoy ha salido el sol y he deseado con todas mis fuerzas que vuelvan esos días llenos de luz típicos de Andalucía.

Debido a estos avatares meteorológicos he tenido tiempo de hablar con mis amigos largo y tendido. He vuelto a recordar aquel pueblo en donde el edificio más alto tenía cuatro plantas, aquellas calles llenas de macetas de geraneos, los lugares de reunión: La Ventura, El Cantador, Zanzibar, La Taberna Antigua, Saint Tropez, La Caña Roja, El Barranquillo, El Hotelito, Paco's Bar, y otros tantos que no escribo por no ser cansina. Hoy apenas si queda algo de esto, las directrices del ayuntamiento pasan por acabar con lo típico para entrar en lo vulgar por la puerta grande. ¿Para qué conservar todo el centro histórico del pueblo pudiendo construir edificios de veinte plantas a pie de playa?

Lo bueno de esta vuelta al pasado ha sido recordar tantas cosas agradables: el olor de la caña de azúcar, la madreselva cubriendo los muros, las gentes sentadas a la puerta de su casa en el verano, la amabilidad de aquel pueblo con los "forasteros", los apodos familiares... Lástima que no quede de ellos ni un esbozo. Hemos conseguido pueblos sin identidad en toda la costa española, da igual que te suelten en Benidorm o en Benalmádena, mismos arquitectos, mismos intereses, mismos políticos. Así que desde aquí pido la vuelta al pasado, abogo por lo añejo, la viga de madera frente a la de hormigón, la reja de hierro frente al frío aluminio, las paredes blancas frente al azulejo multicolor hortera. Quiero volver a las tabernas que olían a salitre en donde la mezcolanza de extranjeros y nativos era algo natural, caminar sola por las calles de madrugada sin miedo, dejar mi ventana abierta y ver desde la cama los visillos movidos por la brisa.

Al margen de todo este batiburrillo de recuerdos, deseos y ganas de acabar con los abusadores, os comento que he expuesto unos cuadros en el bar El Mesón en febrero, ahora estoy preparando otra exposición para octubre. Mientras tanto no sé si deseo quedarme en este pueblo donde me he adoptado o volver a coger la maleta y el avión. Ya os mantendré informados. Si alguno de vosotros tiene pensado venir por aquí, ya sabeis dónde encontrarme, sabeis que siempre estoy dispuesta a una buena conversación mientras miramos el mar, si nos acompañamos de un gin tonic de Hendrick's con su tónica Fever Tree y su trocito de pepino o lima, mejor que mejor. Ya sabeis como soy para estas cosas.

Os deseo buenas noches!